martes, 27 de mayo de 2008

MALTRATO INFANTIL

Mi experiencia

con el abordaje del maltrato infantil


De este trabajo, esta experiencia, muchos libros leídos, mucha información
recibida...asimilada y experiemntada, lo que yo aprendí fue: todo lo que vivimos
en la infancia tiene consecuencias en la vida adulta, deja huellas y es
importante conocerlas, entenderlas, aceptarlas y transformarlas a nuestro
favor.
Siempre que hubo violencia de algún tipo, hasta el más mínimo rechazo
de los padres sin que éstos se hayan dado cuenta...nos marca...la buena noticia
es que NO EXISTE UN PARA SIEMPRE y que nos influye en la medida en la que sean
inconscientes y no tengamos las herramientas necesarias para hacerles
frente.
Es un gran desafío conocer cuáles son esas huellas que dejó nuestra
vida pasada y aprender a vivir el presente para construir un mejor futuro, saber
ver cómo está influyendo en nuestro ese pasado presente y cómo hacer para que ya
no esté presente en el futuro en forma negativa.
En la medida en la nos demos
permiso para creer que se puede ser feliz a pesar de tener algunas cicatrices,
seremos capaces de serlo cada día mejor y mejor...



Sol

TESINA PARA EL GRADO DE LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA CLÍNICA
Por Marisol Ramírez e Irina Villagra
Universidad Nacional de Asunción
Facultad de Filosofía
Carrera de Psicología
Secuelas de la Violencia física intrafamiliar en el Desarrollo Psicosocial de Niños y Niñas de 8 a 12 años: Una perspectiva de sus cuidadores.
Asunción, Paraguay
2003-2005
Turora: Dra. Gladys Ríos de Recalde
Asunción, Paraguay
2003-2005

El Estudio explora y describe las secuelas del maltrato físico intrafamiliar de manera específica y extensa. Para ello se consideran las dimensiones física, psicológica y social inadecuadas y atribuíbles a la situación de maltrato físico intrafamiliar en niños y niñas de 8 a 12 años que hoy viven en el Albergue El Abrigo de la ciudad de Asunción.La teoría utilizada para exponer las carencias y dificultades que éstas acarrean para los infantes es la Teoría de Desarrollo Psicosocial de Erik Erikson.Además, para la elaboración de los instrumentos, se utilizaron los criterios estándares de la OPS, basados a su vez en el DSM IV y el Cie 10.

En el ámbito nacional aumentan los casos reportados de maltrato físico. El vínculo entre agresor y víctima es, la mayoría de las veces paterno-filial, aunque no sea de consanguinidad. Así se pone de manifiesto que "la célula básica de la sociedad" puede significar un espacio violento y de riesgo para sus miembros más vulnerables.

La violencia contra la infancia en el contexto familiar cuenta con registros históricos que muestran una sucesión de actos de inusual crueldad. Se debió recorrer un amplio periplo para que los actos de violencia contra la niñez sean actualmente conceptuados como violaciones a los derechos humanos y cuenten con marcos normativos de protección a nivel nacional e internacional.

En nuestro país se puede constatar una considerable distancia entre el discurso político y su concreción. Se evidencia un vacío de políticas públicas entendidas como medidas para resolver problemas que, en este caso, afectan directamente a niños y niñas.

La presente investigación pretende convertirse en un aporte a dar conocer la magnitud del daño resultante en cada víctima de violencia física intrafamiliar.
Si querés conocer más acerca de este tema, hacer un curso, seminario, taller o capacitación. Podés comunicarte con Irina y Marisol. Cel. 0981839105 o 0991402166
Email:
marisol@people.com.py

VIOLENCIA INTRAFAMILIAR
La violencia intrafamiliar se caracteriza por el abuso de uno de sus integrantes, con más poder, sobre otros. Ese abuso, que puede manifestarse tanto por acción como por omisión, puede ocasionar daño a una de las partes, tal como perjuicio físico, psicológico y social.

Para establecer que se trata de un caso de violencia familiar, la relación de abuso debe ser crónica, permanente y periódica, en referencia a las distintas formas de relación abusiva que caracterizan un vínculo familiar. (Santamaría y otros, 1997)

Toda familia que sufre de violencia, presenta características que alteran la funcionalidad de las interacciones entre sus miembros, que van desde una organización jerárquica fija o inamovible, la rígida interacción entre sus integrantes quienes deben actuar como el sistema familiar les impone, sin poder expresar su propia identidad.

Además, presentan un incremento en los problemas de salud (debilitamiento de defensas físicas y psicológicas), que incluso pueden desencadenar depresión y enfermedades psicosomáticas.

En cuanto a las repercusiones externas, es decir, del relacionamiento del grupo familiar con el exterior, se puede presentar una disminución marcada en el rendimiento laboral en los adultos y en los niños y adolescentes, problemas de aprendizaje y/o trastornos de la personalidad
La violencia intrafamiliar se produce en un marco de desigualdad de poder, es decir, que afecta a los estratos más vulnerables como son los niños y las mujeres en una sociedad patriarcal.

DIMENSIONES DE LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR
La violencia intrafamiliar se da cuando existen disfuncionalidades tanto en la estructura como en el cumplimiento de los roles que se espera de sus integrantes. Las condiciones que predisponen a conductas violentas pueden encontrarse en el entorno, en la familia misma, en los/as niños/as, en los/as adultos/as o en el/ la adulto/a mayor. (Larraín y Fernández, 2004)

Hay riesgo importante de que la familia se desenvuelva en un contexto violento si en el entorno que la rodea existen factores predisponentes como una aceptación cultural de la violencia, mitos que legitiman su ejercicio como método para disciplinar a otros, así como la concepción de que los niños y niñas no son sujetos de derechos, entre otros.

Otras condiciones externas que favorecen las conductas violentas están determinadas por la presencia de pobreza, cesantía, marginación, trabajo infantil u otras condiciones de vida difíciles o no adecuadas a la edad; ausencia o ineficacia de redes sociales de apoyo en la comunidad y desconocimiento de leyes que abordan la violencia y el derecho de las personas.

Si en la historia del grupo familiar existen antecedentes de conductas violentas con o sin la presencia de trastornos psicopatológicos también se traduce en un alto riesgo de recurrir a la violencia para la resolución de conflictos.

Los antecedentes de violencia entre los integrantes de un grupo familiar arriesgan el buen trato dispensado a sus integrantes más vulnerables como los de menor edad, las mujeres y los ancianos y los que presentan al tipo de discapacidad. La historia de vida con experiencia de maltrato, o haber sido testigo de violencia en la familia de origen de uno de sus integrantes, es también potencial desencadenante de situaciones violentas.

El embarazo no deseado o paternidad adolescente, presencia de trastornos psicopatológicos (depresión, ansiedad, trastornos del comportamiento social, etc.), disfunciones sexuales y autoestima deteriorada en alguno de los miembros de la pareja contribuyen a su vez como posibles detonantes de hechos violentos.

Otros factores que representan una amenaza para la funcionalidad de la familia son que éstas estén aisladas por la situación geográfica y/o por su grado de fluidez en el relacionamiento con otros grupos humanos; que las cabezas de familia sean adolescentes; que los hijos sean muy seguidos; que la distribución de roles y jerarquías esté establecida en forma rígida, ya sea entre adultos y niños/as u hombres y mujeres; así como que los menores asuman roles que competen a los adultos, integrándose al ámbito laboral antes de tiempo y la presencia de alcoholismo u otras adicciones en la familia.

Más factores que predisponen al ejercicio de la violencia dentro de la familia, se encuentran en los que dificultan la comprensión de las dimensiones reales de este fenómeno. Para Londoño (1992) existen ciertos conceptos y actitudes como:

- El fatalismo que es una actitud con la que muchas personas asumen el problema de la violencia intrafamiliar, al considerarla como algo inevitable, casi natural, que no tiene posibilidad de alteración e intervención.

- La vanalización que representa la aceptación pasiva, una forma de "aprender" a convivir con la violencia en la familia haciendo como si no existiera, como hechos aislados o minimizándolos.

- El reduccionismo productivo que considerara a la violencia intrafamiliar como un hecho ejecutado por personas "malas", "violentas", casi criminales. Esto permite invisibilizar el problema del abuso de poder dentro de la familia y endosar el problema a hechos casi delictivos, aventuras policíacas de películas que no se dan en la realidad.

- La privatización de la violencia intrafamiliar que se refiere a la reducción de la problemática social dentro del espacio íntimo del hogar. Aislado el problema es como si no existiera.

- La socialización de la desigualdad que asigna a las personas posiciones de superiores o inferiores que se explican como "parte de la naturaleza humana".

-La legitimidad de la violencia intrafamiliar que trata de legitimar el ejercicio de la dominación al interior de las familias. En nombre de la disciplina y el orden familiar se comenten muchos abusos. Serios episodios violentos son considerados por diferentes personas como hechos ejemplares, pedagógicos o rehabilitadores.

-Mitos construidos que permiten sostener el problema de la violencia en las familias y dificultan pensarla y enfrentarla, como por ejemplo: "la familia y la pareja son espacios paradisíacos", "la maternidad es siempre gratificante, sólo está compuesta de sensaciones positivas", "la maternidad es instintiva, no hay nada que aprender, la naturaleza le va diciendo a las madres que hacer", "el amor todo lo puede, mueve montañas", "si se sufre en la tierra no hay que preocuparse porque nos espera un paraíso" y "a quien se disciplina con dureza se le hace un bien".

Existen factores que ponen especialmente en peligro el buen trato hacia los niños, como por ejemplo si estos presentan algún tipo de discapacidad física o mental, si sus patrones de sueño y alimentación son difíciles, o si presentan algún tipo de trastorno del desarrollo o conducta (hiperkinesia, enuresis, etc.)

En tanto que entre los factores que representan una amenaza al buen trato hacia los ancianos o adultos mayores se encuentran situaciones como las de residir en alguna institución, la dependencia económica de otros, la ausencia o bajo sistema de previsión y la portación de alguna discapacidad física o psíquica que los haga aún más vulnerables y dependientes.

1 comentario:

Augusto Ramirez Real dijo...

Les invito a los que se animan a viajar a Villarrica para que vean lo que hacen las Hnas de Ma. Auxiliadora en Tesapepora. Ellas y sus colaboradores reciben ninas del Guaira y sus alrrededores, las dan abrigo, sanitacion, educacion y .... de una manera extraordinaria en una Eco-Granja-Escuela-Panaderia las ensenan a trabajar y las preparan con oficios. Hoy algunas de las nenas ya casadas y con hijos dan testimonio fiel de todo lo que recibieron en el Hogar, es para constatar las buenas obras que se ejecutan gracias a la infinita misericordia de Dios y al trabajo diario de muchos desde el anonimato.